Confía en tu corazón, nunca le niegues audiencia. Escuchar el corazón no es escuchar la pasión ciega ni la locura... es ser sensato con la razón, humilde de sentimientos, siempre con serenidad escuchar la luz que siempre está encendida en tu interior. Aquieta la mente si no encuentras la respuesta y no ves salida, confía que el nudo se va a desatar, porque cuanto más silencio puedas lograr en escuchar el aire que penetra en tus pulmones y las olas que peinan la orilla, más cerca estarás de tu verdadero hogar.
Por eso Yo Soy quien Yo Soy y te brindo este maravilloso Sol, Hijo.
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