17.07.2011
Por Ngari
Amados hijos.
Es mi deber de Madre informarles que la última llamada a los Hijos de Luz ya ocurrió. De ahora en adelante, los hechos hablarán por si solos. Todo lo que hasta ahora estuvo oculto, vendrá a la Luz. Eso incluye la clave para abrir todas la puertas aún cerradas, en el corazón del Hombre.
Desde ahora en adelante, cada SER humano tendrá el destino que sembró en su vida terrenal.
Hijos míos. Aún es tiempo de arrepentirse y corregir el rumbo. ¡Nunca es tarde para emprender el camino hacia la Luz!
Todos nosotros os hemos alertado para los eventos que ya están aquí. Así que mantengan la calma y la serenidad. Todo obedece a la ley divina y nunca os dejamos solos.
Mis hijos amados serán guiados a la mejor forma de ayudar a los que estén a su alrededor. Y sus hermanos galácticos procederán al rescate de aquellos que necesiten ese tipo de ayuda. No temáis. Invoquen nuestra presencia y os guiaremos hacia la seguridad del Padre.
Utilicen su sentir y déjense guiar por la Luz. No miren alrededor. Si se fijan en el caos, él se volverá aún mayor. Por eso, vuelvo a repetir, céntrense en el corazón y no dejéis de cuidaros los unos a los otros, ni permití que los sucesos os devuelvan al ego. Como sabéis, no todos han elegido ascender junto con el planeta. Y cada uno irá en donde le lleve su consciencia.
Perdonaos mutuamente. No critiquen, ni juzguen a sus hermanos.
Permítanse SER todo lo que efectivamente, cada uno ES. Y acuérdense siempre de que el mundo que conocieron hasta ahora deja de existir y no volverá.
Traten de adaptarse a los nuevos patrones. Ábranse a lo nuevo que llega, y sobre todo a sus hermanos galácticos que aquí están para ayudarles en esa transición.
Yo Soy la Madre Maria y mi amor por cada uno de ustedes no puede ser
dimensionado, puesto que es inconmensurable. Dejo sobre todos y cada uno de mis hijos amados, mi Manto Azul de Protección.
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